Los escritores de vanguardia exploraron un terreno muy propicio para renovar el modo de narrar hasta entonces. Las nuevas tendencias contribuyeron de forma relevante a la experimentacion formal del texto en detrimento del desarrollo de la historia. Entre ellos Antonio Espina considera el cine como el mejor mecanismo artistico de composicion autenticamente renovador que ningun otro arte y recurre a la tecnica cinematografica como modelo para construir su estetica novelesca de vanguardia. Como se manifiesta en Luna de copas(1929), Antonio Espina declara su interes en el cine. La tecnica cinematografica en que se apoya el autor alli responde a la subversion de la estetica del mimetismo realista, es decir, elimina la trama como elemento clasico que sustituye por las imagenes del cine. Los personajes, por su parte, que son expuestos como entes de ficcion, no cobran vida y dejan su psicologia verista. Esa centralidad de la imagen produce una mayor conciencia de la naturaleza textual en su desarrollo, la presencia del obra artificial. Por lo tanto, la cinematografia es uno de los recursos mas esteticos de vanguardia sin pretensiones realistas y totalmente desvinculado de la realidad mimetica. A partir de este punto de vista, Antonio Espina traza en su obra cierto tipo de escritura cinematografica aplicada a la construccion de lo que no son sino bocetos de posibles novelas nuevas, es decir, vanguardistas.